Sobre dos ruedas camino a Malacatos, así es como inicia la ruta. No hay horarios, empezamos en el minuto justo después de iniciar un domingo cualquiera, con la mínima planificación, por que así funcionan los eventos más recordados de la vida. El punto de partida no existe, oficialmente es el frente de la casa de mis padres; por coyuntura, por que allí en la misma calle viven los cuatro que recorren la pendiente a la voz de "bicy country".
Caxarumi es el nombre de la ruta, que inicia a la altura de la entrada al Parque Nacional Podocarpus en Cajanuma (Caxa), y que desciende por el trazado de la antigua vía a Malacatos y Vilcabamba finalizando a la altura de Rumishitana (Rumi). Ambos palabras son quichuas, el lenguaje de los pueblos indígenas ecuatorianos. Treinta seis kilómetros combinados entre asfalto, lastre, "aluds" y más asfalto hacen del trayecto una experiencia desestresante y repetible. En resumen: partiendo desde Loja, subir hasta Cajanuma, luego descender hasta Rumishitana (este es el tramo más emocionante), luego seguir descendiendo en asfalto hasta Landanguí, para hacer una "parada técnica" y finalmente llegar a Malacatos, donde se puede hacer una segunda "parada técnica".
Calzada de lastre con hendiduras y salientes, con flujos de agua superpuestos, con curvas pronunciadas, casas antiguas en los costados y de fondo el majestuoso paisaje andino pintan el color e impregnan el sabor de este pedazo de maravilla de lojanidad. No es extraño detenerse a mirar el paisaje o refrescarse en algún arroyo, o simplemente parar para volver a iniciar. Tampoco es extraño el no parar, y descender acelerando hasta que una diminuta roca detenga las ansias de llegar. Todo es posible si la adrenalina propaga su efecto.
La entrada a la ruta, el olor del chiquero casi al iniciar el descenso, la parada junto al paredón antes de llegar a la iglesia de trecientos años en Pueblo Nuevo, el tramo de ochenta centímetros de ancho cubierto de lodo, el cruce del arroyo primero con la bicicleta al hombro y luego sobre el tablón, el alud, el puente de madera, el segundo puente de madera, el perro que defiende su portal y los pollos que se cruzan, la cancha del barrio, los nuevos aludes, el río virgen y el río no tan virgen, la llegada a Rumishitana y todas los sitios que obvie por mi memoria escasa y que espero recordar cuando regrese, para completar las partes que comprenden este todo llamado Ruta Caxarumi.
Incluso el visitar el ciclo - lavado con autoservicio es posible, y mucho mejor aún pedalear contra corriente. Bondadosa la natura lojana, no lo creen así?
Caxarumi es el nombre de la ruta, que inicia a la altura de la entrada al Parque Nacional Podocarpus en Cajanuma (Caxa), y que desciende por el trazado de la antigua vía a Malacatos y Vilcabamba finalizando a la altura de Rumishitana (Rumi). Ambos palabras son quichuas, el lenguaje de los pueblos indígenas ecuatorianos. Treinta seis kilómetros combinados entre asfalto, lastre, "aluds" y más asfalto hacen del trayecto una experiencia desestresante y repetible. En resumen: partiendo desde Loja, subir hasta Cajanuma, luego descender hasta Rumishitana (este es el tramo más emocionante), luego seguir descendiendo en asfalto hasta Landanguí, para hacer una "parada técnica" y finalmente llegar a Malacatos, donde se puede hacer una segunda "parada técnica".
Calzada de lastre con hendiduras y salientes, con flujos de agua superpuestos, con curvas pronunciadas, casas antiguas en los costados y de fondo el majestuoso paisaje andino pintan el color e impregnan el sabor de este pedazo de maravilla de lojanidad. No es extraño detenerse a mirar el paisaje o refrescarse en algún arroyo, o simplemente parar para volver a iniciar. Tampoco es extraño el no parar, y descender acelerando hasta que una diminuta roca detenga las ansias de llegar. Todo es posible si la adrenalina propaga su efecto.
La entrada a la ruta, el olor del chiquero casi al iniciar el descenso, la parada junto al paredón antes de llegar a la iglesia de trecientos años en Pueblo Nuevo, el tramo de ochenta centímetros de ancho cubierto de lodo, el cruce del arroyo primero con la bicicleta al hombro y luego sobre el tablón, el alud, el puente de madera, el segundo puente de madera, el perro que defiende su portal y los pollos que se cruzan, la cancha del barrio, los nuevos aludes, el río virgen y el río no tan virgen, la llegada a Rumishitana y todas los sitios que obvie por mi memoria escasa y que espero recordar cuando regrese, para completar las partes que comprenden este todo llamado Ruta Caxarumi.
Incluso el visitar el ciclo - lavado con autoservicio es posible, y mucho mejor aún pedalear contra corriente. Bondadosa la natura lojana, no lo creen así?
Comentarios
que buenas fotos.. ya me quiero ir..
que chever... no hay duda que me encanta la aventura.. yo me apunto..