No es casualidad que la brecha digital siga ampliando su radio, aunque la conectividad en el país siga sumando.
La brecha digital no es un problema de "fierros". Podría decirse que los computadores hoy en día están al alcance de una gran mayoría, con USD 600 es posible adquirir un computador de buen rendimiento. El acceso a Internet tampoco es ya un problema, la oferta de cyber cafés es amplia, en Loja por ejemplo, es posible encontrar hasta tres en una misma cuadra. Y en la mayoría de barrios existe por lo menos un local de Internet con una conexión sobre los 128 Kbps.
En estos días mientras presentaba la oferta de servicios sobre la plataforma OpenEQaula, ha sido posible notar algunas causas que creo son centrales a la hora de evaluar el problema de la brecha digital. Podría resumirla en tres palabras "cultura de uso". El problema, a mi juicio, radica en la cultura de uso, en la ausencia de razones para usar Internet.
Cuando publicaron el mapa de redes sociales del mundo, la comunidad más popular en los países andinos fue hi5 (jai five), una comunidad informal cuya utilidad es la de conocer amigos através de la publicación de fotografías y comentarios sobre estas. La conclusión, que dada una razón razonable, era posible sumar nuevos usuarios de Internet de forma voluntaria. Mucha gente que conozco tiene una cuenta en esta red social y gasta un buen porcentaje de tiempo en actualizar su sitio, me incluyo en este grupo.
Volviendo al tema, creo que no existe una relación entre una organización y las personas miembros de esta, a través de tecnologías. En algunos casos donde esto existe, es evidente el grado de inclusión y empoderamiento tecnológico de las personas.
El reto que se plantea es el crear nexos mediados por tecnología, entre las personas y los servicios que brinda una organización, cualquiera que sea su naturaleza.
Una situación ideal sería que hubiesen muchas razones para ser usuario de tecnología, se me ocurre: consultar los saldos de mi cuenta de ahorros, consultar la planilla de los servicios básicos, leer la prensa, reservar una mesa en algún bar, asistir a una conferencia, descargar los contenidos de la clase de mañana, enviar mi tarea, etc.
La creación de estos servicios (hoy existen muchos de los que he mensionado), y de todos los que se puedan crear a través de la mediación tecnológica, permitirán crear necesidad. Necesidad que permitira acrecentar la estadística de migrantes digitales.
Los nativos digitales son la antítesis de los migrantes. "Ellos nacen con un chip, por eso saben usar tecnologías". Pero un nativo digital, sólo puede desarrollar sus habilidades si tiene acceso a las tecnologías, caso contrario se convertirá en un desertor digital.
El tema de la brecha digital, entonces, debe abordarse desde el punto de vista de los fierros y la creación de cultura. Cultura fundamentada en la oferta de servicios innovadores mediado por tecnología.
La brecha digital no es un problema de "fierros". Podría decirse que los computadores hoy en día están al alcance de una gran mayoría, con USD 600 es posible adquirir un computador de buen rendimiento. El acceso a Internet tampoco es ya un problema, la oferta de cyber cafés es amplia, en Loja por ejemplo, es posible encontrar hasta tres en una misma cuadra. Y en la mayoría de barrios existe por lo menos un local de Internet con una conexión sobre los 128 Kbps.
En estos días mientras presentaba la oferta de servicios sobre la plataforma OpenEQaula, ha sido posible notar algunas causas que creo son centrales a la hora de evaluar el problema de la brecha digital. Podría resumirla en tres palabras "cultura de uso". El problema, a mi juicio, radica en la cultura de uso, en la ausencia de razones para usar Internet.
Cuando publicaron el mapa de redes sociales del mundo, la comunidad más popular en los países andinos fue hi5 (jai five), una comunidad informal cuya utilidad es la de conocer amigos através de la publicación de fotografías y comentarios sobre estas. La conclusión, que dada una razón razonable, era posible sumar nuevos usuarios de Internet de forma voluntaria. Mucha gente que conozco tiene una cuenta en esta red social y gasta un buen porcentaje de tiempo en actualizar su sitio, me incluyo en este grupo.
Volviendo al tema, creo que no existe una relación entre una organización y las personas miembros de esta, a través de tecnologías. En algunos casos donde esto existe, es evidente el grado de inclusión y empoderamiento tecnológico de las personas.
El reto que se plantea es el crear nexos mediados por tecnología, entre las personas y los servicios que brinda una organización, cualquiera que sea su naturaleza.
Una situación ideal sería que hubiesen muchas razones para ser usuario de tecnología, se me ocurre: consultar los saldos de mi cuenta de ahorros, consultar la planilla de los servicios básicos, leer la prensa, reservar una mesa en algún bar, asistir a una conferencia, descargar los contenidos de la clase de mañana, enviar mi tarea, etc.
La creación de estos servicios (hoy existen muchos de los que he mensionado), y de todos los que se puedan crear a través de la mediación tecnológica, permitirán crear necesidad. Necesidad que permitira acrecentar la estadística de migrantes digitales.
Los nativos digitales son la antítesis de los migrantes. "Ellos nacen con un chip, por eso saben usar tecnologías". Pero un nativo digital, sólo puede desarrollar sus habilidades si tiene acceso a las tecnologías, caso contrario se convertirá en un desertor digital.
El tema de la brecha digital, entonces, debe abordarse desde el punto de vista de los fierros y la creación de cultura. Cultura fundamentada en la oferta de servicios innovadores mediado por tecnología.
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